Agujeresarse la lengua o colocarse un piercing en la boca es una moda que cuando se es adolescente puederesultar divertida. Sin embargo, antes de llegar al punto de ser el guay de tu grupo de amigos, deberías saber una serie de problemas que esta técnica puede causar a tu salud oral. Los piercing crean un traumatismo en la piel y pueden producir una infección, que a veces cicatriza mal y eso provoca una seria lesión.
Asimismo, hay que tener en cuenta que no todas las personas son susceptibles de poder realizarse uno. Los pacientes que padecen hemofilia (escasa coagulación de la sangre) o los alérgicos deberían consultar antes a un especialista para verificar que estas heridas no suponen un riesgo para su salud.
Principales riesgos:
- Aumento de salivación (sialorrea): una excesiva secreción de saliva puede impedir hablar con normalidad y problemas al masticar.
- Sensación de hormigueo: entumecimiento temporal a causa del daño en los nervios.
- Inflamación e incluso sangrado de la zona hasta llegar a infecciones orales.
- Acumulación de sarro y halitosis.
- Deformaciones linguales, reacciones alérgicas al metal y úlceras que pueden provocar alteraciones del gusto.
- Daño en dientes y encías. Recisión gingival, lo que puede provocar pérdida dental o movilidad de los dientes. Además, este hábito también puede provocar fracturas dentales, al producirse un choque con el piercing. También puede dañar el esmalte o los empastes.
Para respaldar estos riesgos, un estudio realizado en 2015 por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, reveló que el 72% de las personas que lleva piercings en la boca ha sufrido alguna complicación futura. La lesión que más preocupa es la afección periodontal. Casi la mitad de los encuestados sufrieron daños bucodentales, sobre todo aquellos con piercing de metal y colocación extraoral. Le siguen problemas como la inflamación, el dolor, la dificultad al hablar o comer, la alteración del gusto y una excesiva salivación.
Desde Citadental, te recomendamos seguir una higiene adecuada y usar colutorio después de cada comida. Evita jugar con el piercing y tener extremo cuidado al hablar y masticar.
Estaremos dispuestos a asesorarte si notas cualquier problema derivado como infecciones, hinchazón, dolor o fiebre.
Jesica Equísoain
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