Es cuando las piezas dentales tienen menos cantidad de esmalte de lo normal, formando grietas y surcos amarillentos o marrones en la superficie externa, haciendo que se vuelva áspera.
Las causas más comunes son: una mala alimentación, el uso de determinados medicamentos, infecciones o fiebre durante la fase de formación del diente.
Entre los tratamientos para combatir este defecto del esmalte están:
– Casos leves: se pueden rellenar las grietas con un sellador transparente, para restablecer el esmalte. Aplicar tratamientos de flúor, así como llevar una buena higiene bucal.
– Casos medios: colocación de carillas o coronas, que recubran nuestro diente natural.
– Casos graves: sustituir nuestra pieza natural por un implante.
Acudir al dentista periódicamente o si detectamos algún signo característico de la hipoplasia del esmalte, ayudará a que pueda ser tratado desde una fase temprana, evitando el deterioro del diente hasta estadios graves.