No todo el mundo tiene la suerte de tener de base una sonrisa funcional y estética adecuada. Existen factores que condicionan al desarrollo de una sonrisa bonita. Es por ello, que en ocasiones nos encontramos con pacientes con apiñamiento dental. Este problema bucodental, no sólo altera la apariencia de la dentadura, creando inseguridades, sino que también produce complicaciones en la mordida.
Asimismo, tener los dientes amontonados conlleva otras afecciones orales como son la gingivitis o periodontitis, ya que en estas zonas de la dentadura se acumula más placa bacteriana y el cepillado se hace más complicado.
Las 3 factores que provocan el apiñamiento dental
- Genéticos: generalmente si algún familiar padece este problema, hay predisposición a que nosotros también acabemos teniendo mal alineados los dientes.
- Pérdida temprana de la dentición de leche: si los dientes de leche se caen de forma prematura puede influir en la colocación de la dentición definitiva.
- Hábitos como el uso de chupete: actos como éste o chuparse el dedo durante la infancia al dormir influyen mucho a la hora de que posteriormente se produzca apiñamiento dental.
Es muy difícil prevenir el apiñamiento dental, por lo que recomendamos estar muy pendientes durante la niñez, sobre todo si hay precedentes genéticos, ya que es una etapa clave donde erupcionan los dientes definitivos.
La técnica más recomendable para corregir este problema es la ortodoncia. En casos muy extremos, es necesario extraer alguna pieza dental para conseguir una sonrisa armónica y funcional.
Jesica Equísoain
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