Uno de los motivos por los que no vamos al dentista es el miedo, factor que se multiplica en el caso de los niños. Cuál es la mejor edad para llevar al niño al dentista o cómo hacer que la salud dental no se convierta el algo traumático son algunas de las dudas que los padres se preguntan muy a menudo.
Lo más importante es ir acostumbrando al niño al dentista desde pequeño. La primera visita al odontopediatra puede darse tras cumplir el primer año de vida. Que los dientes sean de leche no quiere decir que no se deba tener el mismo cuidado que con los definitivos. Los padres tienen que empezar muy pronto a hablar a los más pequeños de los cuidados dentales y de la importancia de la visita anual al dentista.
Es muy positivo que los más pequeños acompañen alguna vez a los padres, cuando éstos necesiten hacerse algún tratamiento o simplemente una revisión. El hecho de ver a los padres en el sillón dental sin sentir miedo ni dolor, hace que los más pequeños sigan el ejemplo y acudan a sus revisiones con tranquilidad.
El papel del odontopediatra también es de vital importancia para que los niños recuerden las visitas al dentista como una experiencia agradable.