Un buen cepillado es la clave para tener unos dientes sanos. Sentir dolor durante la higiene bucal no debería ser algo frecuente, pero si eso ocurre puede deberse a varios factores. Una de las causas más habituales es la hipersensibilidad dental. Se calcula que 1 de cada 4 adultos padece esta afección y es especialmente frecuente entre los de 25 y 45 años. Otro de los factores de riesgo en el dolor odontológico es el uso de cepillos con cerdas duras y pastas dentales abrasivas, Por último, el bruxismo también puede afectar a que duela la dentadura, ya que al apretar y rechinar los dientes hace que se desgasten.
Hay diversas pautas a seguir para evitar el dolor durante el cepillado:
- Aplicar maniobras de cepillado correctas y cambiar el cepillo cada 3 meses: El dolor durante la higiene puede estar relacionado con el desgaste del cepillo y con el mal uso de éste. Cepillarse demasiado fuerte o aplicar mucha presión sobre los dientes puede ocasionar daños en el esmalte, incluso propiciar que las raíces queden expuestas. Por ello, es aconsejable utilizar técnicas de cepillado giratorias, usar cepillos con filamentos suaves o eléctricos.
- Pastas dentales y flúor: es aconsejable que tu odontólogo te indique cuál es el dentífrico más adecuado para tus dientes y encías, optando por aquellos que no fomenten la abrasión. Asimismo, el uso del flúor en tu higiene oral es fundamental para evitar el dolor dental, ya que favorece la remineralización y fortalecimiento del esmalte.
- Elimina de tu dieta ingredientes de naturaleza ácida: conseguirás evitar el desgaste de los dientes a nivel del cuello. Del mismo modo, es recomendable no realizar un cepillado dental inmediatamente antes o después de la exposición a alimentos o bebidas ácidas.
- Acude al odontólogo: Si el dolor durante el cepillado persiste, acude a tu dentista de confianza para descartar que provenga de una patología bucodental más profunda.
En Citadental, estaremos encantados de asesorarte y diagnosticar cualquier dolencia dental. Aconsejamos acudir a consulta un mínimo de dos veces al año. Recuerda que una detección precoz es importante para combatir cualquier afección bucodental.
Jesica Equísoain