A menudo descuidamos un poco la salud dental de los más pequeños por pensar que hasta que no aparecen la dentición definitiva no es necesario acudir al dentista. Sin embargo, hay un problema de salud oral que afecta a niños y adultos por igual, hablamos de la halitosis.
El mal aliento puede ser una señal de alerta de problemas más profundos. No conviene pasarlo por alto, ya que puede provenir de dolencias del aparato digestivo o respiratorio como de patologías sistemáticas. Sin embargo, generalmente, es un problema derivado de malos hábitos de higiene oral e incluso, en muchos casos, de una limpieza nula.
Para llegar al quid de la cuestión, lo ideal es fijarse si el niño duerme con la boca abierta. Esto hace que la cavidad bucal se reseque y las bacterias causantes del mal aliento se reproduzcan más fácilmente. En segunda instancia, debemos comprobar si existe caries o restos de comida, gracias al diagnóstico de un profesional.
En ambos casos, con una rutina diaria siguiendo las instrucciones por parte de los higienistas, esta afección puede desaparecer en un espacio breve de tiempo.
Para conseguir una participación activa del paciente, es necesario que acuda a consulta para enseñarle, junto a sus padres, la frecuencia del cepillado y la técnica adecuada. Lo correcto es hacer movimientos horizontales, de vaivén, con el cabezal en ángulo de 90º respecto al margen de las encías.
No hay que olvidar hacer hincapié en la importancia de limpiar la lengua, ya que habitualmente se acumula placa bacteriana entre las papilas.
Por último, debemos eliminar cualquier resto alimenticio que pueda alojarse en los espacios interproximales. De acumularse durante mucho tiempo, los restos tienden a descomponerse y esto provoca un olor desagradable. El hilo dental es la mejor opción en estos casos, si bien, los niños menores de 8 años deben estar acompañados de un adulto cuando realicen este paso.
Si consideras que tu pequeño padece halitosis o necesitas reforzar sus técnicas de higiene, nuestro equipo de odontopediatría estará encantado de ayudarte.
Jesica Equísoain