Muchos pacientes, sobre todo en edad adolescente, comen golosinas habitualmente. Estos dulces son muy apetitosos, pero deben incluirse muy esporádicamente en nuestra dieta, por su alto índice de azúcar. Las chucherías no sólo son malas para el organismo, sino que pueden afectar seriamente a nuestra salud bucodental, hasta el punto de provocar dolores en los dientes, inflamación o destrucción del tejido dental. Estas afecciones son originadas porque las chucherías favorecen la aparición del biofilm que se adhiere a los dientes y que deriva en la acumulación de sarro, causante de la caries.
Para evitar que las bacterias se concentren en nuestra boca, tras el consumo de golosinas, hay que seguir una serie de pautas:
- Aumentar la frecuencia de la higiene bucal: es necesario lavarse los dientes después de comer estos dulces. Asimismo, hay que poner especial atención a aquellos que se pegan a los dientes, por ser los principales potenciadores de bacterias.
- Hacer hincapié en el cepillado, los interproximales y la seda dental: un cepillo y dentífricos adecuados en función de tu dentición es clave para evitar la caries. Si además, terminamos el cepillado con los interdentales y el hilo, eliminaremos cualquier resto posible que haga peligrar nuestra cavidad oral.
- Acude a tu dentista al menos una vez al año: la detección precoz es un gran aliado para tratar cualquier patología. Apuesta por la prevención para mantener alejados los problemas bucodentales de tu sonrisa.
En Citadental, contamos con un equipo de profesionales que podrán asesorarte ante problemas de caries u otras enfermedades dentales.
Jesica Equísoain
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