¿Sabías que la salud bucodental está íntimamente ligada con las lesiones deportivas? No mantener una buena higiene bucal y no visitar regularmente a nuestro dentista puede afectarnos en nuestra práctica deportiva, además de a nuestra salud en general.
Las caries pueden tener consecuencias músculo-articulares y cardiovasculares al poder pasar la infección a nuestro torrente sanguíneo a través de las encías. Esto afecta tanto a la recuperación de una lesión muscular o de tendones como a la creación de una nueva. La infección también puede llegar a nuestras arterias formando coágulos. Que no tengamos la boca sana no va a provocar el taponamiento de las arterias pero, si este problema se suma a otros factores que también las afecten, podemos agravar la formación de coágulos.
El bruxismo también afecta al rendimiento deportivo. El trastorno por el que se aprietan y rechinan los dientes de manera involuntaria, causa dolor de cabeza, cuello, trapecio, y toda la musculatura de la espalda y glúteos. Una mala oclusión dental, relación de contacto entre los dientes de arriba y de abajo, puede provocar dolores musculares, malas digestiones al no masticar bien los alimentos e incluso problemas de equilibrio.
Además, respirar por la boca mientras se realiza deporte reseca la boca al no producir tanta saliva, aumentando el desarrollo de sarro en los dientes.