Todos sabemos cómo son los dientes por fuera, pero pocos conocen cuál es su anatomía por dentro. Los tipos de dientes que hay en nuestra boca son – Incisivos, Caninos, Premolares, Molares-.
Cada tipo de diente es diferente estéticamente, pero podemos encontrar las siguientes partes en común en cada uno de ellos:
- Corona: Es la parte visible del diente que vemos al abrir la boca. Según su forma se determina la función del diente. Los incisivos y caninos son más afilados para cortar, mientras que los molares tienen superficies planas para moler.
- Cuello: zona que une la parte superior (corona) con la inferior (raíz). Coincide con el borde de la encía, la cual también se encarga de recubrir el hueso alveolar.
- Raíz: Es la parte del diente que se inserta en el hueso y lo fija para que no se mueva. Constituye dos terceras partes del diente. (Algunos dientes tienen una raíz, otros 2, 3 incluso 4)
Además de las partes podemos diferenciar varias capas, que veremos a continuación del exterior al interior del diente:
- Esmalte— Capa externa del diente. Es el tejido más duro y mineralizado del cuerpo. No tiene sensibilidad. Su componente principal es Hidroxiapatita. Pero es muy vulnerable a la aparición de caries si no se cuidan lo suficiente. De ahí la importancia del cepillado.
- Dentina— Capa situada bajo el esmalte. Está compuesta de pequeños conductos que comunican con la parte más interna del diente. Su deterioro provoca que las infecciones alcancen la pulpa y comiencen las molestias, además de ocasionar problemas de sensibilidad al frío y el calor.
- Pulpa— Tejido blando que se encuentra en el interior de los dientes. En esta cavidad se encuentra tejido nervioso, y está muy vascularizada (vasos sanguíneos). Si la caries alcanza la pulpa se siente dolor y puede llegar a crear infección si no se trata.