Nuestros dientes se ven afectados por varios factores a la hora de mantener su color original a pesar de que los cepillemos diariamente. Hay factores naturales como el desgaste del esmalte por el paso del tiempo, y otros factores según nuestro estilo de vida.
El diente está compuesto por varias capas, la más externa es el esmalte dental y debajo de este se encuentra la dentina. El color original del esmalte suele ser de un blanco translúcido (el tono de blanco de cada persona será diferente). Con el paso del tiempo el esmalte se va desgastando y va dejando entre ver la dentina cuyo color es más amarillento.
Además del desgate por el paso del tiempo, otro factor que influye en que nuestros dientes se amarilleen son los hábitos alimenticios. Muchas de las comidas y bebidas que consumimos manchan nuestros dientes y los van tiñendo. También pueden erosionar nuestro esmalte y lo hacen más poroso provocando una pérdida de brillo en el mismo.
El tabaco, debido a la nicotina y el alquitrán de su composición, es otro de los factores que influyen más notablemente sobre el color de nuestros dientes. El uso de determinados fármacos y el uso excesivo de flúor en niveles más altos de los recomendados durante la formación de los dientes, también puede afectar a un prematuro tono amarillento o grisáceo.
Por todo ello es muy importante llevar una buena higiene bucodental. Cepillar nuestra boca al menos tres veces al día reducirá la posibilidad de aparición de placa bacteriana y sarro. Complementar nuestra higiene con el uso de seda dental, realizar enjuagues con colutorios y acudir periódicamente al dentista y evitar la práctica de malos hábitos, ayudará a mantener nuestra boca en buen estado y los dientes lo más blancos posible.
Para recuperar el blanco original de los dientes en Beyourself Citandetal recomendamos los tratamientos blanqueadores en clínica o en casa bajo supervisión de un dentista. Siempre previa revisión en la que se valore el estado de la boca.