En el artículo anterior os hablábamos de qué es una muela del juicio impactada y cómo se produce. Hoy os queremos hablar de qué problemas pueden llegar a producir si no se tratan a tiempo:
– Infección de encías: esta infección se debe a que la encía se ve afectada debido al intento fallido de erupción de la muela del juicio. Y en segundo lugar debido a la acumulación de bacterias y restos de comida que se introducen en el interior de la encía por detrás del segundo molar, provocando inflamación, hinchazón y dolor.
– Infección de hueso: Si la infección de encía no se trata, puede afectar a la muela que se encuentra en el interior del hueso, destruyendo tanto a la encía como al hueso circundante. Si no se trata en mucho tiempo, la infección puede extenderse y afectar a piezas vecinas como el segundo molar.
– Infección mejilla o cuello: una muela impactada puede manifestarse también a través de hinchazón de la cara, cuello, mejilla, fiebre alta, dificultad para abrir la boca e incluso para tragar.
– Lesiones en piezas vecinas: la presión que ejerce una muela del juicio impactada sobre la pieza vecina puede destruir la parte posterior de la misma con el paso del tiempo.
– Quistes: la muela del juicio mientras está en la cavidad ósea está recubierta por un “saco” de tejido grueso y blando que desaparece cuando esta erupciona al exterior. Al desarrollarse de forma anómala y no salir al exterior el saco permanece y puede rellenarse de líquido, dando lugar a un quiste que puede destruir el hueso.
-Desplazamientos dentarios: la muela del juicio en su intento de salir al exterior presiona los dientes vecinos, que a su vez ejercen presión sobre el resto de dientes y pueden producir un desplazamiento de las piezas dentales, dando lugar a apiñamiento.