Tras finalizar un tratamiento de ortodoncia, que ha dejado nuestros dientes bien alineados y una adecuada oclusión, será necesario colocar los retenedores para evitar rotaciones o recidivas de apiñamiento.
Para esta fase de retención podremos recurrir a diferentes tipos de retenedores:
– Retenedor fijo de alambre: se coloca en la parte posterior (no visible) de los dientes, de canino a canino, adherido con composite. Este tipo de retenedor permanecerá fijo y el paciente no podrá quitárselo. Se coloca por regla general tanto en la arcada inferior como en la superior y no produce ningún tipo de molestia, el paciente se olvida que lo lleva.
– Retenedor móvil – férula transparente: a la medida de la boca del paciente, que se puede poner y quitar. Es aconsejable utilizar este tipo de retenedor regularmente durante la noche. Durante los primeros 3-4 meses es recomendable llevarlos durante todo el día, retirándolo sólo para comer. Con este tipo de retenedores es importante que el paciente se conciencie de la importancia de no olvidar ponérselos.
– Retenedor móvil de plástico y alambre -Placas acrílicas de Hawley: son menos usadas en la actualidad debido a la aparición de técnicas más avanzadas y discretas pero ejercer una buena función retenedora.
En función de las características bucodentales de cada paciente será el dentista quien recomiende qué tipo de retenedor se debe colocar para obtener los mejores resultados y prevenir de posibles rotaciones o movimiento de los dientes.
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