Las deformidades dentofaciales afectan a un 10% de la población. El aumento o déficit de crecimiento de alguno o varios de los huesos de la cara como la mandíbula, el maxilar o el mentón son las principales causas de este problema. La cirugía ortognática es la solución más adecuada ya que se consigue la funcionalidad necesaria y la armonía estética.
Si el maxilar y la mandíbula se ven afectados el paciente tendrá un problema de oclusión ya que sus dientes no encajan correctamente. En estos casos, además de la cirugía ortognática bimaxilar, el paciente necesitará un tratamiento de ortodoncia. Mediante la cirugía se mueven los huesos y con la ortodoncia se corrige la posición de los dientes.
Mediante este tipo de operaciones se logra la estética deseada, además de conseguir una mordida adecuada y restablecer la función masticatoria.