La adhesión dental es el tratamiento utilizado en odontología para reparar dientes dañados, fracturados o decolorados. Además, también sirve para cerrar los espacios interdentales y variar la forma y aspecto de las piezas dentales que no pueden ser modificadas con el contorneado. La técnica consiste en aplicar una resina del mismo color de los dientes con el fin de conseguir una sonrisa uniforme y funcional.
El proceso es sencillo, una vez elegida la resina compuesta o composite acorde con el color del diente del paciente, el odontólogo prepara la pieza a tratar y realiza un grabado de la superficie, cubriéndolo a continuación con una resina líquida específica para favorecer la adhesión. Finalmente, se aplica con una técnica estratificada la resina compuesta para conseguir el resultado estético deseado.
Beneficios de la adhesión dental
- Tratamiento eficaz, económico y práctico. En una sólo sesión al dentista se consiguen los resultados deseados.
- Resultados naturales. El odóntologo puede manipular la resina de tal modo que logra una sonrisa personalizada para cada paciente, y en general no se percibe cuáles son las piezas restauradas del resto de dientes.
- La adhesión dental tiene múltiples aplicaciones, además de las nombradas anteriormente, se suele usar como alternativa a los empastes dentales.
A pesar de ser un tratamiento con fines estéticos que posee mucha efectividad, requiere de una serie de cuidados. Es conveniente evitar el tabaco y consumir café para mantener el color de la resina compuesta. La adhesión ha de repetirse cada 8-10 años porque el desgaste que sufre el material utilizado suele provocar manchas muy visibles. No hay que olvidarse de tener una buena higiene dental y realizarse un pulido una o dos veces al año.
Jesica Equísoain